jueves, 21 de febrero de 2013

No tiene sentido


Y aquí se halla mi verdad,
Envuelta de promesas, y de antiguas religiones
Con todo nombre como soledad
Llamados perfectos
Ya ni suficientes como para salir a revisar
Pero esto no es posible
Ya que todo es así
Hay algo en mi, que no tiene sentido
Hay algo en ti, que derrama salir, a mirar otra vez
Sangrar por la boca, aniquilar la esperanza
Reconocer el frio viento de otoño
Acariciar la frescura de tu cuerpo
Todo esto y más, no tiene sentido
Solo es un pequeño regocijo de escoria
Residuo de pensamiento, libre y mordaz.
Se eleva de mí, se escapa sin fin
Reconoce la palabra, se anuda, y retuerce el significado.
A veces siento que no soy yo, es otro,
Y a veces pienso que es él, el que me mira a los ojos,
Pero no hay nada más.

¿Qué sale de los ojos que nos observa continuamente?
¿Qué derriba tu frente y se incrusta en tu mente?
El valor es nefasto.

(Continuará, quizás)


miércoles, 13 de febrero de 2013

Me pierdo en vos


En la noche fresca,
Se ha levantado la neblina,
Manta de esperanza,
Que me ciega de tus peligros.

Al amparo de las estrellas,
Me sumerjo en vos,
En éxtasis y locura,
Doy pequeños pasos hacia ti.

Te contemplo y acaricio tu ser,
Un frío me estremece,
Y todo mi cuerpo tiembla,
Pensándote.

A lo lejos las luces,
Se filtran entre mis ojos,
No las pierdo de vista,
Y ellas me parpadean.

Y sin ningún pudor,
Comenzamos a bailar,
Yo adentro tuyo,
Tu alrededor mio.

El ritmo es constante,
Me sacude y arrastra,
Suave y lentamente,
Me pierdo en vos.


sábado, 8 de diciembre de 2012

El cambio


Pero que felicidad,
Dicha y llanto, tomados de la mano.
Jugando hace mucho tiempo.
Sin embargo, el tiempo marcha en otro compás, con otro ritmo.
Y la vida se convirtió en un vals, y giro a giro él fue cambiando.
Su mano surcando el aire, una y otra vez.
Cambió de color, cambió de mirada.
Y en esa tormenta también cambió sus alas.

Las alas que el niño usó. Con ellas bailó, danzó y voló.
Embarradas de infancia, él les quita el polvo de vez en cuando.
Ajadas están, y pese a eso, sus raíces son profundas.
Cada vez que él partía, ponía la mirada fija en el destino.
Nunca se preocupó por el camino.
Dejó el deseo atrapado en una prisión.

Sin embargo, el tiempo va marcando el ritmo.
Y con ese mismo andar él se pintó la cara.
Para disimular la sonrisa, para saludar al destino.
Embriagado de vida siguió adelante.
Muchas veces la duda lo paralizó, y así perdió la cordura.

Y volvió a volar. Estaba atrapado, y con terror.
Y siguió encerrado, pero el volaba.
Sin alas. Sin cuerpo.
Solo miedo.

Sin embargo, el tiempo siempre baila con otro ritmo.

Y así, otra vez, algo volvió a cambiar.


jueves, 22 de noviembre de 2012

A mi madre


Estas mirando ese árbol,
Quizás te preguntes si está hecho de la misma materia que tú, si acaso posee un alma.
Tal vez la pregunta es si tú incluso tienes una luz en tu interior,
Ese brillo que ilumina tu mirada, que abraza el significado y el significante.
Esa emoción que palpita en tu pecho, cuando una brisa te acaricia la mejilla,
Cuando la lluvia limpia tus heridas. Cuando aúllas un canto a la luz de la luna.

Más qué hay en esa conexión, entre las cosas. Qué hay en tu ser, que no haya en el mío, o en el de ese sinsonte. Todos distintos cada uno por su cuenta, en soledad, o todos en una hermandad de la existencia, compartiendo los lazos.

Pero no es bueno o malo tu pensamiento, hay algo ahí afuera. Y hay algo aquí adentro.
Escucha tu corazón latir, respira lentamente, no dejes que se vaya ese sentimiento.
Dale significado a tu vida, y le darás significado a lo que te rodea.
Mira el sol besar el horizonte al atardecer. Cuenta los pétalos del jazmín, y lo veras crecer en ti.

Pienso que estamos solos, y que tenemos compañía. Que hay un hermano, padre y madre que me acompañan. Que hay amistad y amor en mi interior.

Pienso también que el cosmos es un conjunto de materia y energía que no tienen ninguna relación entre sí, y sin embargo aquí estamos tú y yo, juntos por casualidad no causalidad, y nos amamos. 
No creo que haya una entidad o matriz que conecte todos los seres vivientes entre sí, y sin embargo aquí estamos, conectados por nuestras vivencias en común, por todo lo que compartimos, por todo lo que recorrimos. Y así es, vives, y vivirás por siempre, en mi corazón.

Te amo, Iván.



domingo, 18 de noviembre de 2012

Tan simple


El se escapará
No va a mirar atrás
Conoce el amor
Y la forma en que lo seduce
Ha visto su tristeza reflejada
En los ojos de las sirenas

Y no hay más razones, es tu mente hablándote,
¿Qué más se puede esperar? Todo cambia al fin.

Le han dado la llave
Del tiempo
Tan simple
Reconoce la luz
Escapa a ningún lugar
Se refugia en su sombra

Y no hay más razones, es tu mente hablándote,
¿Qué más se puede esperar? Todo termina al fin.

No preguntes más
No hay más respuestas


sábado, 27 de octubre de 2012

El sol

El sol.
Suave brisa en mi ventana, amanece.
El sol se pinta de amarillo y se prepara.
Camina lujuriosamente por la vereda.

Mate en mano y termo bajo el brazo.
Lleva la mirada baja y la peluca despeinada.
Cuida de no pisar las rayas de las baldosas.

Alegre, tres pasos y un saltito.
Esquiva el charco y de a poquito,
Hacia el firmamento se escapa.

Saluda a un ave amiga,
Le palmea el hombro a aquel rosal,
Y le guiña el ojo a la señorita sentada en esa nube.


Asciende rápido y hasta el cielo se estremece.
Afina su voz y perfila su sonrisa de cantor.
Le canta su alegría al nuevo día.


jueves, 18 de octubre de 2012

Te extraño

Te extraño. Extraño pensarte. Extraño amarte. Extraño soñarte.
Ya no te veo, ya no estoy a tu lado.
Hubo un tiempo, en el que fui feliz. No diré que compartías mi felicidad.
Pero tu sonrisa era el sol en mi cielo.
Tal vez merecía terminar así. No fui capaz de alcanzarte.
Ibas por la vida sin mirar atrás. Mis pasos dudaron, y en ese instante te perdí.
Perdí tu aroma, perdí tu silueta, ya no te veo.
¿Dónde está tu risa hoy? ¿Con quién ríes? ¿Eres feliz?
Y acá estoy yo, pensándote. Recuerdo lo que sentía. Ya no lo siento.
Cada vez que tus labios dibujaban la sonrisa, mi entera vida tenía sentido.
Con solo mirarme trajiste el paraíso a la tierra y me hiciste temblar de miedo.
No eras especial, tampoco eras una más.
Simple y despeinada. Inteligente y tranquila. Alegre y enamorada.
Hubo un tiempo, en el que me contabas lo que te pasaba.
Recuerdo cuando él te hacía mal. Él no era uno más.
Fue mi perdición, lo sé.
Lo amabas con todo tu ser, hoy lo entiendo.
El imbécil en mí entendió. Te enamoraste de la equivocada: era perfecta, y no era para vos.
Y todo termina al fin. Lo que en su momento fue el cielo, hoy no lo es.
Ella sigue hermosa y feliz, supongo.
No la veo mucho, no le hablo nada.
Su sonrisa es eterna, aunque a veces la veo medio triste.
Mi amor se convirtió en rencor, en tristeza.
La música en mi se apagó cuando te fuiste.
Ya no hay dolor, no hay nada.